Hace tan solo unos meses atràs una noticia inundaba los canales de comunicaciòn en Chile y el mundo.Argentina habìa celebrado el primer matrimonio gay conformado por dos varones chilenos. Las radios salìan al aire con programas donde las personas opinaban acerca de èste hecho. La sensaciòn que quedaba en el aire al escuchar a las personas, era la de una gran felicidad, tal como si el paìs hubiese adquirido un gran trofeo del cual se sentìa muy orgulloso.
Muchas voces se levantaron, entre ellas algunas cristianas, pero fueron ahogadas por una multitud que proclamaba una nueva libertad basada solo en su propia necesidad personal y en un mal entendido concepto de igualdad y solidaridad.
No quiero que usted, lector, piense que mi posiciòn es discriminadora, al contrario, creo en el amor incondicional de Dios que no hace diferencias entre sus creaturas, pero que sin embargo, identifica y separa lo bueno de lo malo, lo vil de lo noble, lo natural de lo contra-natural, Dios delimita, no excluye a las personas, como un padre sabe reconocer en sus hijos sus caracterìsticas y no condena, El muestra un camino de sanidad y salvaciòn, aùn para el màs abyecto corazòn.
La homosexualidad es un problema de identidad bàsicamente, por algùn motivo o razòn, la persona no acepta su sexo original y lo degenera, es decir lo lleva a una situaciòn de distorsiòn que lo separa de la normalidad y de la comuniòn con Dios quien considera este hecho "Abominaciòn", en el libro de Levìticos encontramos la siguiente sentencia: "No te echaràs con varòn, como con mujer. Es abominaciòn"
(levìtico 18:22) . La palabra que utiliza Dios es dura, El no habla de enfermedad, aunque el pecado es una enfermedad espiritual, El no habla de trauma sicològico, aunque pudiera ser una razòn, Dios habla de abominaciòn, porque la homosexualidad transgrede totalmente el diseño y propòsito de la creacuòn. Dios nos creò en pareja heterosexual , Dios inventò la familia, un nucleo para crecer sanos integralmente y ser felices, y hacer que su creaciòn permanezca
Dios no creò la sexualidad como mero instrumento de placer, pero una sociedad hedonista e individualista como la que existe abraza con pasiòn este movimiento liberal bajo el postulado de una libertad e igualdad que no existe. Porque el homosexual se sabe y se reconoce anormal, por lo tanto, no es libre ni sano, desde el punto de vista espiritual, que es el màs importante y que estamos tratando. En cuanto a sus derechos como ciudadano de un paìs y creatura de Dios, sì los tiene, y aùn a pesar de su condiciòn, merecen un trato digno y leyes que los protejan y que, por sobre todo les ayuden a salir de su situaciòn, a mejorar, a sanar, y aquì es donde le corresponde a la iglesia hablar acerca de un camino de salvaciòn, a travès de Jesucristo, hablar acerca de un perdòn, pero tambièn de correcciòn, de direcciòn para sus vidas y para las personas que se ven directamente afectadas. Es importante entender que una "enfermedad espiritual" o pecado como le llama Dios, contamina, contagia , y en èste caso provoca una distorsiòn en la conducta y en los valores cristianos que pretendemos, creo, como paìs mantener, de aquì que el matrimonio homosexual trastoca todo el orden de Dios, sembrando una semilla de corrupciòn, especialmente en los niños, que seràn adoptados por ellos para llenar el vacìo del fruto de una pareja normal; los hijos. Esa generaciòn nacerà con los anti-valores, de una sociedad que todo lo permite bajo la premisa de una mal entendida libertad.
Usted como cristiano, como evangèlico , catòlico o persona justa y correcta ¿que actitud asumirà frente a èsta nueva corriente? Debemos tener una opiniòn y levantarla, al igual que ellos exigimos nuestros derechos, nuestro derecho de criar a nuestros hijos en un ambiente sano, con sentido y propòsitos altos, con modelos muy superiores a los que la radio y la televisiòn nos venden, con un verdadero y correcto sentido de libertad e igualdad, les dejo amigos estas palabras para reflexionar, el deber me llama...
Usted como cristiano, como evangèlico , catòlico o persona justa y correcta ¿que actitud asumirà frente a èsta nueva corriente? Debemos tener una opiniòn y levantarla, al igual que ellos exigimos nuestros derechos, nuestro derecho de criar a nuestros hijos en un ambiente sano, con sentido y propòsitos altos, con modelos muy superiores a los que la radio y la televisiòn nos venden, con un verdadero y correcto sentido de libertad e igualdad, les dejo amigos estas palabras para reflexionar, el deber me llama...
